El empate postrero en Cornellà y lo condicionado del encuentro por las decisiones arbitrales de Muñiz Fernández no tapan la dura realidad del Sevilla. El equipo apenas ha sumado 19 puntos en 15 jornadas y se mantiene en una mediocre posición en mitad de la tabla. Con Míchel, el Sevilla no termina de despegar y ya empieza a haber un importante runrún a su alrededor, aunque ahora tiene un margen de tres partidos antes del parón navideño en el que está obligado a sumar para levantar su crédito ante la afición y ante los responsables del club, que de momento siguen confiando en él.