El corro final de los jugadores del Sevilla celebrando por todo lo alto el triunfo en Vallecas es bastante significativo. El vestuario sevillista estaba deseando soltar la rabia de ver frustrado el trabajo realizado una semana tras otra, pues llevaba seis partidos de Liga sin ganar, desde aquel esperanzador triunfo ante el Getafe el 5 de enero, siete si se suma el partido europeo del pasado jueves. Por ello, los jugadores le dieron mucha importancia al triunfo, por encima de cómo llegó.