Ocampos disparó tantas veces como todo el resto del equipo (7), completó, junto a En-Nesyri, más regates que otros (3) y era la única vía fiable para amenazar al Pucela a la contra. Pero Lopetegui decidió quitarle, una vez más. Se podría pensar que de cara a que reserve fuerzas para el partido de este martes en Valencia… de no ser porque el perfil de los jugadores que metió en el campo delatan al técnico vasco, quien volvió a intentar que ya no pasara nada. Y pasó. De ahí que el enfado de Ocampos en esta ocasión más que justificado.