Tanto el argentino como el futbolista de Sanlúcar de Barrameda son los dos únicos integrantes del primer equipo que pertenecen al Sevilla en propiedad que no continuarán con sus respectivos contratos. Banega, fundamental en el juego creativo en los sevillistas y figura clave en las dos etapas en la entidad, vivirá un extraño adiós sin poder dejar a su equipo como lo hiciera en su primera etapa. En su primera etapa el argentino pudo decir adiós en el Sánchez-Pizjuán en plena celebración del título de la Liga Europa conquistada ante el Liverpool en Basilea. También vivirá un adiós como jugador del Sevilla un Nolito que ha vivido una temporada extraña, pero en la que siempre ha dejado muestras de su incuestionable carácter competitivo incluso cuando las cosas pintaban peor para él.