INTENSO y temperamental donde los haya desde que inició su carrera en los banquillos en el Lorca hace ya ocho años, Unai Emery (Hondarribia, 1971), ahora al frente del Sevilla, responde a la silueta de uno de esos entrenadores concebidos para luchar por altas cotas. «Quiero cerca a gente inteligente, que pueda saber más que yo y que se exija muchísimo; tengo un nivel alto de confianza y seguridad».