INTENSO y temperamental donde los haya desde que inició su carrera en los banquillos en el Lorca hace ya ocho años, Unai Emery (Hondarribia, 1971), ahora al frente del Sevilla, responde a la silueta de uno de esos entrenadores concebidos para luchar por altas cotas. «Quiero cerca a gente inteligente, que pueda saber más que yo y que se exija muchísimo; tengo un nivel alto de confianza y seguridad», apuntaba el guipuzcoano en una entrevista concedida en su etapa en el Valencia, club que abandonó en junio de 2012 después de cuatro temporadas en las que los buenos resultados cosechados en Liga no sirvieron para obtener el reconocimiento esperado por parte de la exigente hinchada ché.