«El banquillo, de lejos». Así de contundente se mostró Ivan Rakitic durante su comparecencia de ayer, en la que incluso se permitió gastar una broma cuando se le preguntó si le había llegado alguna oferta. «Sí, de mi madre para ir a comer». El croata se declaró «contento y feliz» en Sevilla y explicó por qué se lo ve de otra forma respecto al año pasado. «Me siento muy bien, quiero seguir con el ritmo de la Eurocopa. Me siento libre en mi cabeza para hacer el trabajo como yo quiero», dijo con ambición.