Perdió el Sevilla su primer partido en el Sánchez Pizjuan. Y lo hizo con la cabeza bien alta. Completó unos primeros 45 minutos excelentes en los que pudo machacar al Barça, pero lo dejó vivo y Messi apareció. La segunda mitad fue culé, que se encomendó al mejor jugador del planeta para culminar la remontada final.