La apuesta de Diego Alonso le salió rana a Víctor Orta. El director deportivo del Sevilla Fútbol Club apostó fuertemente por el técnico uruguayo, que no terminó por cuajar en ningún momento y ha salido por la puerta de atrás de la entidad hispalense. Con solamente dos victorias en 14 partidos, el charrúa ha dejado al equipo en puntos de descenso y fuera de Europa en diciembre.
Todo apunta a que su sustituto será Quique Sánchez Flores, conocedor de lo que significa el Sevilla y experto en situaciones comprometidas como la que está pasando el combinado de Nervión. De esta forma, el técnico madrileño cumplirá una premonición que realizó hace más de 10 años.
En 2011, cuestionado acerca de los rumores que siempre lo han situado alrededor del banquillo sevillista, Sánchez Flores aseguraba que existía «buen feeling y nuestras vidas se terminarán cruzando», además de asegurar que su momento llegaría. «Tarde o temprano entrenaré al Sevilla», comentaba el técnico en el mismo año.
Estas declaraciones y su reconocido amor por el cuadro blanquirrojo siempre han tenido un trasfondo. Cuando Quique era joven, su padre militaba en el Real Betis.
Él estudiaba en el Colegio Portacoeli, junto al Ramón Sánchez-Pizjuán, y era abonado del combinado sevillista. Sin duda, una historia de película que todos esperan, termine con final feliz.