A estas alturas de mi vida y después de pasar por diferentes etapas, no me sale reírme de los males del vecino. Llámese reírse igual que burlarse. Viene esto en consonancia por la nueva dimensión que por medio de las redes sociales, algo que parece el nuevo motor del mundo, ha cogido la rivalidad de mi equipo (Sevilla FC) y el otro equipo de la ciudad (R. Betis Balompié).