Pelos de punta. Así se encontraban los jugadores del Sevilla cuando, con lágrimas en los ojos, se acercaron a saludar a una afición que volvió a dar una lección de cómo se debe animar. El Vicente Calderón sonó a sevillismo. A amor y agradecimiento. Lo que ha realizado la plantilla de Unai Emery esta temporada es para quitarse el sombrero. Tres finales, un títulos y 63 partidos que aparecieron de golpe en las piernas cuando Jordi Alba hizo el 1-0 en la prórroga. Honor para los espartanos de Nervión.