Esta semana, el club catalán se apresuró a aclarar que el delantero hispano-dominicano tiene una cláusula de rescisión de 60 millones de euros. Ese tope no varía en función del descenso blanquiazul, pero sí los emolumentos del madrileño, que puede marcharse en verano si un club de Primera cumple determinadas condiciones. Sólo habría que convencer a De Tomás y hacerse cargo de su ficha al completo, que asciende a unos tres millones de euros netos. Para muchos, demasiada inversión para una cesión, sin obtener derecho alguno sobre la propiedad de sus derechos, que seguirían siendo ‘pericos’, al tiempo que el artillero regresaría a Cornellà-El Prat en cuanto se consumara el ascenso a Primera.