Cierto que Vincenzo Montella, con un sistema donde los defensas no sufren tanto, ha conseguido que el Sevilla protagonice partidos de alto nivel, con una concentración defensiva que dejaba al equipo sin fisuras. Pero estos niveles de intensidad se pierden con suma facilidad en el domingo a domingo. En el torneo de la regularidad se ha visto la versión más frágil del conjunto nervionense, sobre todo cuando se pone por detrás en el marcador, algo habitual viendo a su vez su falta de pegada en el área rival.
