La despedida de Ramón Rodríguez Verdejo, Monchi, director general deportivo y el emblema del Sevilla de los títulos, supuso un terremoto sentimental en Nervión, donde su figura era venerada como una especie de guía espiritual. El ahora director deportivo de la Roma se despidió y generó un espíritu de confusión en el SFC, que en apenas dos años se ha sometido a una profunda metamorfosis. El adiós de Francisco Javier Pérez Garramiola, Chesco, que no aceptó la propuesta de renovación, supone el fin de un ciclo para la vieja guardia de la Carretera de Utrera, que en 20 meses ha perdido a algunos de sus más referentes.