El fútbol es un estado de ánimo. Esta frase de Jorge Valdano es un perfecto resumen de lo que le ha ocurrido con el Sevilla en las últimas semanas. La victoria en Cornellá-El Prat, unida a la cosechada ante el eterno rival en el derbi de la semana pasada, han revitalizado a un equipo y, sobre todo, a un Unai Emery que andaba pendiente ya de dónde se iba a comer los polvorones la próxima Navidad.