Hacerse fuerte abajo fue la primera premisa que el mejor Sevilla de la historia en Liga, por puntuación, adoptó la temporada pasada. Con Pareja y Carriço, sobre todo desde la lesión de Beto, el equipo encajaba muy pocos goles y rentabilizaba al máximo el acierto arriba en pies de Bacca. El año anterior ocurrió lo mismo cimentado en la pareja de centrales Pareja-Fazio, uno de los artífices de la gran segunda vuelta del equipo sevillista, que acabó rozando la Champions y campeón de la Liga Europa. Ahora, coincidiendo de nuevo con la segunda vuelta, el regreso de Carriço y la sorpresa de Cristóforo en el medio campo han dado a los de Emery un empaque en la retaguardia que hace vislumbrar que este Sevilla, mucho más seguro, arrancará por fin fuera de casa.