Ya está aquí. Otra vez. Casi sin tiempo para haber olvidado el anterior. LaLiga, con ese sorteo asimétrico que en verdad debería llamarse «hago lo que quiero», ha decidido que, si el último derbi fue en la penúltima jornada, el primero de esta temporada 2018-2019 sea en la tercera. Así, sin anestesia. Con la gente volviendo de las vacaciones y los equipos todavía en rodaje. Con los últimos en llegar enterándose de dónde están y los más veteranos metiéndoles el veneno rápido para que se sepan lo que significa un Betis-Sevilla, un Sevilla-Betis. Pero todo esto no será impedimento para que el Benito Villamarín viva la fiesta del fútbol sevillano. Se rozará el lleno, como siempre, y ambas aficionados animarán a los suyos para conseguir tres puntos que todos saben que valen más que eso. Porque sí, es cierto que en la clasificación no suponen otra cosa, pero son muy importantes para el devenir de los equipos. Y todavía más, ahora que están casi en pruebas y buscando coger carrerilla. Así pues, Betis y Sevilla intentarán dar el primer golpe encima de la mesa y, de paso, la primera estocada al de enfrente. Porque casi 111 años de máxima rivalidad no entienden de fechas.