Maribor le abrió los ojos al Sevilla, que lo pasó mal en medio del bullicio del estadio Ljudski. Emery descubrió a una colección de buenos jugadores (Viler, Bohar, Mendy, Tavares y su último fichaje, Vrstic) y un equipo batallador que no se rinde. Una trampa morada que dejó al Sevilla en estado de alerta para la vuelta. El 2-2 que se trajo deja la condición de favorito en Nervión pero es lógico que el técnico vaya a tomar precauciones.