Se ha subido a un tren en marcha que avanza a menos velocidad de la esperada y por una trayectoria imprevista, pero ni los problemas de motor ni la incertidumbre le han hecho dudar. Más bien todo lo contrario: si hay algo que engancha a Unai Emery Etxegoien (Hondarribia, Guipúzcoa; 1971) son los grandes retos, los que más difíciles parecen y que, con él, suelen terminar mucho más cerca del éxito que del fracaso.