«Hay portero». Posiblemente sean dos de las palabras más repetidas por los aficionados cada vez que el Sevilla juega un partido. Sin hacer ruido, centrado, tremendamente organizado, y tratando de pasar inadvertido, Tomas Vaclik se ha convertido en apenas unas semanas en una de las noticias más positivas para los hinchas. El culebrón y el debate sobre la portería de la última temporada ha desaparecido y el constante «run-run» en el ambiente del Sánchez-Pizjuán ha virado en los elogios continuados al checo, unos halagos que para nada le sorprenden a una de las personas que mejor lo conoce, Georg Heitz, el director deportivo que lo fichara para el Basilea en 2014.