Uno de los objetivos principales de la dirección deportiva dirigida por Víctor Orta y por el Consejo de Administración del Sevilla, era bajar la edad media de la plantilla, considerando que era demasiado veterana.
El último partido, donde el Sevilla cayó derrotado en el Ramón Sánchez-Pizjuán frente al Girona, el jugador más veterano del campo era Nyland de 33 años y después Marcao con 28, los demás eran todos jugadores jóvenes, y en algunos de los casos con muy poca experiencia en la élite.
La edad media ante el Girona era de 24.5 años, rebajando bastante la que se tenía en el pasado.
Se han ido jugadores con galones, como Rakitic, Fernando, En-Nesyri, Acuña y Ocampos. Está muy bien tener jóvenes que sumen su granito de arena, pero por ejemplo, Quique Sánchez Flores se salvó con los veteranos.
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El objetivo de Víctor Orta se ha conseguido, pero ahora tiene un problema, falta experiencia y liderazgo para coger los mandos de un equipo, que es candidato a bajar a Segunda División y que está en una situación muy difícil.